Lilí Muñoz (*)
(El título corresponde a un artículo sobre Gloria Pampillo escrito por Luciano Gercek,1997)
Al escribir se ponen en marcha relaciones entre sucesos, ideas, sentimientos, recuerdos, al mismo tiempo que una inteligencia y saberes diferentes. Y eso involucra también el cuerpo (…). Hay que cavar en ese conglomerado y perseguir la idea, la frase, la trama que asomó apenas” [2].
Gloria Pampillo, la escritora, la mujer, la investigadora y académica, la amiga, madre, abuela y compañera, se ha ido en la plenitud de su producción.
Al casi entrar el otoño, en la estación más dulce de este sur que ella amó y visitó reiteradamente como profesional docente y narradora, Gloria ha partido. Y lo ha hecho con la levedad de quien ha cumplido un tramo poblado de búsquedas y hallazgos, y por qué no, con desencuentros incluidos.
Ha partido en el silencio de lo micro y cotidiano, pero no en el silencio de su sangre, no a contrapelo de lo que para Charles Bucowski resulta escribir, “(…) que salga espontáneamente de tu corazón/ y de tu mente y de tu boca/ y de tus tripas (…)”[3].
La escritora fue consecuente con esa tarea-placer en que parece irse la vida y las entrañas al hacerlo. Una forma de estar en la vida y una forma de alejarse de ella. Gloria no se ha despedido sin antes haber encontrado y echado a andar, finalmente, a ese personaje, el de su última novela, editada en 2012 en Barcelona: “El héroe que vino a buscarme”. Comerciante y miliciano por decisión, Bernardo Panpillo Pardo, “El héroe que vino a buscarme”, aparece desde la lejana Galicia para quedarse en el Buenos Aires colonial, cuando ya habían hecho su camino las novelas anteriores de la autora: «Las invenciones inglesas», «Pegamento» y «Costanera Sur». O sus libros de relatos: «Estimado Lerner» y «Cuatro viajes y un prostíbulo”, junto a su producción para jóvenes y chicos: los libros de narraciones «Palabrerío», «Avestruces y Piratas» y «La mula en el andén».
Profesora titular y emérita de la UBA, especializada en teoría y enseñanza de la escritura y de la narración, escribió ensayos críticos, “Permítame contarle un cuento…”, “Una araña en el zapato” y “Escribir. Antes yo no sabía que sabía”, así como obras sobre talleres literarios y didáctica de la escritura: «El taller de escritura», «El taller de escritura con orientación docente», «Con las manos en la masa».
Su labor no se agota en docencia, investigación y escritura, sino que además coordinó numerosos talleres en Argentina y España, lugar donde introdujo los primeros talleres de escritura. Fue Jurado, Conferencista y Ponente en Congresos, Encuentros, Cursos y actividades que involucraran el quehacer de la escritura, tanto en Argentina como en países hermanos, entre ellos, Colombia, en Bogotá, 2007.
En visitas y tiempos diversos nuestra zona patagónica invitó y contó con la presencia de Gloria, quien puso a disposición sus múltiples facetas de pensadora y formadora en escritura.
En el lapso que va desde 1984 a 2011, entre los docentes y escritores de las ciudades de Cutral Có y Plaza Huincul, San Martín de los Andes, Junín de los Andes, Neuquén y Cipolletti (tal vez me olvide de algún otro lugar de la Patagonia Norte), habrá quienes recordarán su palabra, sea como lectores, como escuchas o productores de textos.
Al evocar la imagen de Gloria Pampillo aparece ineludiblemente el diálogo con la calidez de su sonrisa y la seriedad y respeto por el trabajo que hacía, lo cual, en definitiva, es seriedad y respeto por el otro.
33 Feria Internacional del Libro, Buenos Aires
Escritora exigente con la estructura de la narrativa y el pulimento de la palabra, consideraba que “… la escritura construye el mundo. Voy escribiendo y según sean las palabras, será ese mundo” y también que “…es un exigencia de la ficción que un personaje sea complejo y no existan dicotomías. Responde a la observación que debe hacer todo escritor de la psicología, virtudes, fallas, historias negras o nobles”.[4] De la experiencia de escribir, nos dice:“ se ponen en marcha relaciones entre sucesos, ideas, sentimientos, recuerdos, al mismo tiempo que una inteligencia y saberes diferentes. Y eso involucra también el cuerpo (…). Hay que cavar en ese conglomerado y perseguir la idea, la frase, la trama que asomó apenas”[5].
Ciudad de Neuquén, 7 de marzo de 2012.
[1] El título corresponde a un artículo sobre Gloria Pampillo escrito por Luciano Gercek, 1997.
[2]“Escribir involucra al cuerpo”, Diez preguntas a Gloria Pampillo, por Laura Rosso, Página 12, Las 12, Bs.As, 16 de octubre de 2009.
[3]Charles Bukowski, poema ¿Así que quieres ser escritor?
[4] Entrevista a Gloria Pampillo para el Taller de Lectura, por Lilí Muñoz y Marita Molfese, Neuquén, octubre del 2009.
[5]“Escribir involucra al cuerpo”, Diez preguntas a Gloria Pampillo, por Laura Rosso, Página 12, Las 12, Bs.As, 16 de octubre de 2009.
(*) Lilí Munoz (lidiar@fibertel.com.ar) nació en Victoria, Entre Ríos. Vivo en la ciudad de Neuquén, Argentina.
Además de haber sido editada en narrativa, poesía, ensayo y texto dramático en antologías y colectivos en el país y en el mundo hispanohablante. Ha publicado en unitario, entre otros La señora de la Aguada, novela, Barcelona, 2012; Okupación (poesía en coautoría), Barcelona, 2012; Tupí Nambá y Orellana, Bs.As. 2010 (teatro).
Obtuvo numerosos premios y reconocimientos.
Desde el 2009 participa en programas de radio sobre poesía. Actualmente conduce Poesía Navegante por FM Navegante, http://www.radionavegante.com.ar 99.9 radio comunitaria de la Fundación Artística y Cultural Tribu Salvaje de Neuquén.
Trabajó como profesora y en cargos de conducción del nivel medio, superior y universitario en la provincia del Neuquén, de Río Negro y de Santa Cruz.
Es Magíster y Especialista en Didáctica, por la Universidad Nacional de Bs.As., Profesora en Letras y Especialista en Literatura Hispanoamericana del Siglo XX por la Universidad Nacional del Comahue, Neuquén, y Profesora en Castellano, Literatura y Latín por el Instituto Nacional del Profesorado de Paraná, Entre Ríos.